La carrera de Pierce Brosnan comenzó cuando abandonó la escuela a los 16 años para dedicarse al arte. Un amigo le impulsó a probar suerte con la actuación y se acabó convirtiendo en una auténtica estrella del cine. Pero, este mismo victorioso camino lo alejó de la pintura. Pese a haber sido el 007 más icónico de la historia del cine y tener una extensa filmografía, su sueño principal nunca fue ser actor, sino dedicarse a la pintura. Pierce Brosnan asegura que ‘La náusea’, de Jean Paul Sartre, y el cuadro de Salvador Dalí de su portada fue la primera referencia pictórica que lo cautivó. En la actualidad, para celebrar su 70 aniversario, decidió inaugurar su primera exposición de arte en la ciudad de Los Ángeles con 50 pinturas y 100 dibujos a lápiz. Esta inauguración fue acompañada por el estreno de su documental que muestra sus inicios en la pintura.
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La acción de dibujar y pintar relajaba al actor; era para él algo terapéutico. Recuerda la primera vez que la pintura le ayudó a evadirse una noche repleta de miedo y angustia después de que le diagnosticaran cáncer de ovarios a su primera mujer en 1987 -que fallecería pocos años después-. «Fue puras entrañas, pura intuición y sentimiento. Pensé que podría sacar de mí toda esa oscuridad«. Y así fue.
«Tengo sueños abstractos en los que veo formas y colores, y estos sueños ahora se han materializado en mi vida, de alguna manera», comienza diciendo en el documental. Ese mundo onírico que comparte con Dalí es el que le ha llevado a crear sus obras, donde abundan el retrato y las formas onduladas.
En esa exposición que tuvo lugar en Los Ángeles, sus obras de arte estaban en venta por un precio de entre 3.500 y 5.000 dólares que donó a su fundación, Brosnan Trust.
Su infancia como hijo único lo llevó a vivir soñando y a crecer en su imaginación. Así lo explica en su documental: «Siempre me pregunté de dónde procedían estas formas que ahora me veo reflejando en mi arte, y me he dado cuenta de que son las formas de mi infancia, como piezas de un puzle que flotan en el aire«.
Pero eso no es todo, el talento ha llegado a la siguiente generación. Paris Brosnan, el pequeño de los dos hijos que Pierce Brosnan, tiene un talento innato para la pintura.
Sus dotes se pueden apreciar a través de su Instagram y, además, inauguró también su primera exposición hace relativamente poco en Robina Benson Design House en West Hollywood
